El Oro Negro enmascara la Explotaci贸n de las Personas

La Coordinadora Estatal de Comercio Justo celebra el D铆a Mundial del Comercio Justo, que se celebra el 10 de Mayo con una publicaci贸n que este a帽o va dedicada al Cacao y a la explotaci贸n de las personas.
Día Mundial del Comercio Justo, que se celebra el 10 de mayo y que este año tiene como protagonista el cacao. Esta campaña se pretende hacernos llegar la responsabilidad y consciencia a la hora de comprar. La CECJ (Coordinadora Estatal de Comercio Justo) publica un informe divulgativo sobre el cacao bajo el lema “Comercio Justo. Bueno para quien lo produce. Bueno para quien lo consume. Bueno para cambiar el mundo”
 
Cuando un producto llega a la tienda suele sufrir una especie de amnesia que le hace perder la memoria del camino que le ha llevado hasta allí. Las y los consumidores solo vemos el resultado final de un largo y complejo proceso que se mantiene oculto y que, en demasiadas ocasiones, está plagado de abusos, injusticias y desequilibrios, tanto en el plano humano como en el medioambiental. Esta fetichización de la mercancía no es en absoluto un proceso nuevo, pero resulta aún más flagrante cuando se trata de productos elaborados muy lejos de donde se consumen y que tienen que recorrer miles de kilómetros y pasar por numerosas etapas y manos hasta llegar a nuestras cestas de la compra.
 
El Comercio Justo no se limita a distribuir productos elaborados bajo criterios respetuosos con los Derechos Humanos y con el Medioambiente, sino que constituye además un amplio movimiento que, desde hace décadas, trabaja para cambiar las injustas leyes que rigen el comercio internacional y para fomentar entre la ciudadanía un consumo crítico y responsable.
 
El cacao es utilizado para producir muchos otros productos aparte del cacao en polvo que se utiliza en la industria de la alimentación, la manteca de cacao se utiliza también en la producción de tabaco, jabón, cosméticos, en medicina tradicional y parafarmacia.
 
El mercado del cacao y la cadena de valor: cómo se reparte la tarta.
 
Las ventas anuales de chocolate en todo el mundo superan los 100.000 millones de dólares estadounidenses, impulsadas por una demanda de un incremento anual medio del 3%. Si a estas ventas finales les sumamos el valor que genera el cultivo de cacaoteros, la distribución intermedia del grano, la producción de cacao y la elaboración y comercialización de otros derivados distintos del chocolate, estamos hablando de una industria multimillonaria y global.
 
Se calcula que más de un 90% de la producción mundial de cacao procede de pequeñas plantaciones de tipo familiar, con extensiones medias de dos a cinco hectáreas que representan la principal actividad y fuente de ingresos para quienes las trabajan.
 
El cultivo y cosecha del cacao emplea directamente entre 5 y 6 millones de personas, e indirectamente a otras 14 millones. En total, se estima que aproximadamente unos 50 millones de personas en todo el mundo dependen del cultivo del cacao.
 
Actores y Fases del Proceso Productivo del Cacao 
Siete “grinders” (Molinos) controlan el 76% de la industria de productos semielaborados del cacao del mundo (Bloomer (15%), ECOM (12%), Archer Daniels Midland ADM (11%), Barry Callebaut (10%), OLAM (10%), Armajaro (10%) y Cagill (8%).
 
Cinco principales firmas están detrás del 60% de las ventas de chocolate en todo el mundo (Mars, Mondelez-Kraft, Nestlé, Hershey y Ferrero), controlando cada una de ellas decenas de productos diferentes y muy conocidos por el gran público.
 
Las ventas de productos derivados del chocolate aumentaron en más del doble en América Latina y la región Asia-Pacífico en sólo 5 años (2006 – 2011) y Oreo, una marca de Mondelez Internacional, es en la actualidad “la galleta preferida de todo el mundo” y domina el mercado de Estados Unidos, China y Venezuela. En 2012, las ventas conjuntas de Snickers y M&Ms supusieron para Mars unos beneficios de aproximadamente 7.000 millones de dólares; y Kit Kat, la chocolatina de Nestlé, se comercializa en 72 países.
 
Tres empresas (Mars, Mondelez International y Nestlé) controlan más del 40% del mercado mundial del chocolate. En conjunto, estas empresas adquieren casi un tercio de todo el cacao que se cultiva en el mundo y obtienen más de 45.000 millones de dólares anuales por la venta de productos derivados del chocolate.
 
Mientras que el cultivo de cacao tiene lugar en países tropicales empobrecidos, su transformación intermedia y la elaboración final de chocolate se sitúa por lo general en países enriquecidos. 
 
Millones de pequeños agricultores y trabajadores agrícolas que proporcionan a las empresas de alimentación y bebidas sus materias primas más importantes no han visto mejorar su situación ni su salud. La mayoría de quienes forman parte de la cadena de suministro del cacao sigue viviendo en la pobreza y la malnutrición es un problema generalizado en las zonas productoras de cacao de todo el mundo.
 
Países Productores: dónde se cultiva el cacao.
 
Costa de Marfil y Ghana: 59% del cacao que se cultiva en el mundo. 
Indonesia, Nigeria y Camerún: 23% del cacao que se cultiva en el mundo.
 
El 98% de las granjas cacaocultoras tienen una extensión inferior a las cinco hectáreas y son responsables del 90% de la producción mundial de cacao. Son pequeños productores que cosechan en condiciones especialmente duras, y cuya venta les genera unos ínfimos ingresos que les sitúan muy por debajo del umbral de pobreza.
 
Actualmente se producen en el mundo 4 millones de toneladas de cacao en grano. 
 
Mientras que el cacao se cultiva únicamente en pocos países tropicales, los molinos (grinders) se reparten por Europa el 40% del total mundial, Asia el 23%, Latinoamérica el 22% y África el 16%, a pesar de que más del 70% de los granos proceden de este último continente. 
 
Las exportaciones de cacao representan para Costa de Marfil (34%), Ghana (23%) o Camerún (18%) de todo su comercio exterior, para Indonesia o Nigeria, el cacao apenas representa el 1% de sus exportaciones totales.
 
Principales países importadores de granos de cacao: Holanda, Estados Unidos y Alemania.
Principales países importadores de manteca y pasta de cacao: Estados Unidos, Alemania y Francia. 
Principales países importadores de chocolate elaborado y listo para degustar: Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos. 
 
España es el octavo importador mundial de granos de cacao, el séptimo de manteca y pasta de cacao y el sexto de chocolate elaborado y listo para degustar.
 
Dónde se consume el chocolate: una demanda global creciente.
 
El consumo de chocolate en el mundo no deja de aumentar. En la cosecha de 2013 la demanda sobrepasó la producción mundial de cacao, a razón de un incremento anual del 3%.
 
Europa consume el 48% del chocolate que se produce en todo el mundo. Norteamérica el 24% (20% Estados Unidos y 4% Canadá). Asia (15%), Latinoamérica (9%) y África, principal productor de cacao, solo consume el 3%.
 
Cada año se consumen de media en todo el mundo 0,61 kilos de chocolate por persona.
 
El 90% de la población británica toma chocolate de forma habitual.
 
Los países más chocolateros del mundo son Alemania, Suiza y Reino Unido, 11 kilos por habitante al año aproximadamente. Le siguen Noruega, Dinamarca y Austria (entre 8 y 9 kilos) por habitante. 
 
En España se consume 3,6 kilos de chocolate al año y habitante.
 
Las 4 millones de toneladas de cacao cosechadas actualmente serán insuficientes para responder a una demanda que se espera de 5 millones en 2020. 
 
Qué hay detrás del precio del cacao y del chocolate.
 
A partir de 1980 comenzó una profunda caída que le llevó a situarse en 2000 en una cuarta parte de su valor inicial. Los ingresos que perciben las y los cacaocultores por la venta de su producción se han visto reducidos progresivamente, mientras la demanda sube, el precio para el agricultor baja.
 

Evolución de los precios del grano de cacao

 
 
En el precio que pagamos por una tableta de chocolate se incluyen los ingredientes, la manufactura, el envoltorio, la mano de obra en cada fase de producción, el transporte, la publicidad, los márgenes de beneficio de cada actor y los impuestos. 
 
Se estima que el precio que se paga por el cacao incluido en una tableta de chocolate apenas representa el 10% del precio final de esta. Pero las y los cacaocultores perciben incluso menos: apenas entre el 3% y el 6% del precio final de las chocolatinas.
 
Desde entonces no ha hecho más que caer, mientras aumenta el trozo del pastel que reciben las empresas manufactureras y distribuidoras que ocupan los últimos eslabones de la cadena comercial.
 
La organización en cooperativas campesinas permite obtener mejores precios y condiciones de venta, ¿qué aporta el Comercio Justo?
-Un precio justo se compone de un precio mínimo y de una prima de desarrollo.
-Relaciones comerciales estables, duraderas, horizontales y transparentes basadas en el diálogo.
-Prefinanciación de las cosechas, formación técnica y fomento de la organización democrática de las y los productores.
 
Los desequilibrios comerciales: impactos y alternativas.
 
Todos estos desequilibrios en la cadena comercial son fuente de riesgos, dependencia y desigualdad para sus eslabones más débiles. Los bajos ingresos que perciben las y los cacaocultores y la pobreza que se deriva de ello hacen que no les deja ningún margen de ganancia para que puedan invertir en mejorar las plantaciones, lo cual estanca, cuando no reduce directamente, la productividad de las cosechas. Y la pobreza está provocando un éxodo rural generalizado de las zonas cacaocultoras: nadie quiere trabajar en un sector duro y muy mal pagado, especialmente las generaciones más jóvenes.
 
Trabajo infantil: una lacra insoportable.
 
Ponemos el ejemplo de África occidental, principal región cacaocultora. Se estima que unos 1,8 millones de niños participan de alguna forma en el cultivo y cosecha del cacao, de los cuales 284.000 pueden considerarse trabajadores según la propia OIT (Organización Internacional del Trabajo). La mayoría de este trabajo infantil se concentra en Costa de Marfil, el primer productor mundial de cacao, donde se calcula que 12.000 menores de edad (la mayoría menores de 14 años) son empleados en condiciones de esclavitud y explotación laboral. Sometidos a abusos y a trata de personas, suelen realizar jornadas de 12 horas que les impiden asistir regularmente a la escuela y que incluyen, entre otras labores, el uso de pesticidas sin ningún tipo de protección para su salud.
 
Niño trabajando en el secado de los granos del cacao
 
Este mismo ejemplo puede aplicarse a otros países productores de cacao, el Protocolo del Cacao impulsado por las transnacionales para erradicar el trabajo infantil no ha dado aún ningún resultado.
 
¿Qué aporta el Comercio Justo?
-Garantiza la ausencia de trabajo infantil y combate las causas que lo generan. Provee de mejores y más estables ingresos a los padres y madres de estos niños, formación técnica y prefinanciación que permiten aumentar la productividad y evitar endeudamientos insostenibles. Incita a las y los productores a que destinen la prima que reciben por vender a través de estos canales alternativos en proyectos comunitarios, como escuelas y la formación de profesorado local.  
 
La insuficiencia de los sellos sostenibles: 
La explotación laboral, el trabajo infantil, los bajos salarios o el campesinado viviendo por debajo del umbral de la pobreza son moneda corriente en la producción de cacao desde hace décadas. Lo que ha cambiado en los últimos años ha sido el aumento de la concienciación ciudadana ante estas injusticias y la presión social sobre las empresas del sector para que actúen.
 
Actualmente podemos distinguir tres grandes tipos de certificaciones, con estándares reconocidos internacionalmente:
-los sellos sostenibles.
-los sellos bio (o ecológicos).
-los sellos de Comercio Justo. 
 
Aunque se han creado después, los dos sellos más extendidos son los dos principales sellos sostenibles, Rainforest Alliance y Utz Certified.
 
Desde el punto de vista de la justicia comercial y medioambiental, estos sellos «sostenibles» aparecen como totalmente insuficientes, apenas contemplan criterios sociales ni un precio mínimo, ni siquiera ponen el acento en las condiciones ecológicas del cultivo del cacao y su escaso efecto en las condiciones de vida de las y los productores.
 
Llaman la atención las denuncias de casos concretos en los que zonas de bosque tropical deforestado para plantar cacao terminan obteniendo esta certificación.
 
El cacao de Comercio Justo: una alternativa en ascenso, real, práctica y concreta a los distintos aspectos y desafíos que caracterizan al injusto sistema de producción y comercialización del cacao en el mundo.
 
Actualmente algo más del 1% de todo el cacao que se produce en el mundo es de Comercio Justo. En total, más de 40.000 toneladas de granos de cacao de Comercio Justo al año, la mayoría certificado por el sello Fairtrade.
 
En España, el cacao es tercer producto de Comercio Justo más vendido tras el café y el azúcar. 
 
El cacao de Comercio Justo que podemos encontrar en el mercado español procede de una veintena de grupos productores situados en Costa de Marfil, Ghana, Perú,
República Dominicana, Bolivia, Costa Rica y Ecuador.
 
Para leer el informe divulgativo sobre el cacao completo, clica aquí.